El Baile: Una forma de expresión social.

El baile, además de ser una de las artes espontáneas y naturales del ser humano, es el lenguaje universal y omnipresente utilizado como una de las mejores formas de expresión e interacción social que nos permite demostrar todos aquellos sentimientos o emociones que muchas veces son difíciles de comunicar con palabras. Es ese hechizo que embruja a todos sus integrantes y a la audiencia, pues los cautiva con la conexión, la sencillez, la música y la interpretación de todo ello en la forma de sus movimientos. 

Muchos personajes lo describen con perspectivas diferentes, por ejemplo Gardner, la define como "secuencias de movimientos corporales, no verbales con patrones determinados por las culturas, que tienen un propósito y que son intencionalmente rítmicos con un valor estético a los ojos de quienes la presencian".

    Le Boulch afirma que: "el término de danza sólo puede aplicarse cuando las descargas energéticas son rítmicas; es decir, obedecen a una ley de organización temporal de movimientos; de evolución normal de una motricidad espontánea que se convertirá en intencionada y controlada".

Verdaderamente, es una interpretación de ciertas miradas, es creatividad, armonía y, a su vez, disciplina y precisión; una actividad dinámica llena de miradas y gestos, dominada por el cuerpo del artista que busca expresar un estado o emoción que se vive y se siente. 

Desde esos diferentes puntos de vista, el baile como talento o arte, va más allá de lo que simplemente se quiere decir, pues se conecta con el alma del mismo bailarín.